Hoy me dijo ella:
¿Por
qué escribes tristes versos?
Ella,
no sabe que fueron sus besos,
los
que huyeron temerosos
después
que yo amé sus bellos ojos.
Fueron
sus ojos
Que,
aquella tarde me emanciparon del ayer
para
tan extraño sentimiento;
ellos,
me dijeron que aún existe el amor;
y
ella, es mi guerrera más hermosa.
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